Cuando en Junio nos dierón la noticia de que Ernesto había sido elegido para el puesto, nos llenamos de alegría...de muchos miedos, de muchas preguntas y sobretodo de mucha tristeza porque era un hecho que algo tendría que hacer con Estetican.
Tan solo 3 años antes, habíamos abierto la cortina de aquel local en la narvarte con muchísimas ilusiones. Fué mucho el trabajo, compromiso e ilusiones que se depositaron en aquellos 40 mts.
Nos hicimos de un nombre y una clientela sin igual, personas igual de comprometidas con la salud de sus mascotas. Ahora se presentaba la consigna de bajar la cortina e irnos o de buscar alguien a quién traspasarselo.
Cabe decir, que en los meses anteriores a que supieramos que si sería elegido mi marido para el trabajo, habíamos comentado con algunos amigos allegados lo que estaba sucediendo en nuestras vidas. Algunos de ellos, rapidamente me preguntarón que haríamos con el negocio y se apuntaron para que sí había que traspasarlo ellos quedar hasta arriba para ser tomados en cuenta.
Si entrar en mucho detalle, una pareja de amigas me hicieron perder alrededor de 2 meses sin llegar a nada para quedarselo y el segundo amigo una semana antes de firmar la sucesión se echo para atrás. Entre en pánico!!!!
Empece a moverme entonces en las páginas electrónicas de ventas-compras-traspasos. Y empezo a venir la gente; unas muy lindas personas, que les gustaban los animalitos, pero que ni idea tenían de como funciona un negocio así. Dejarles a ellos Estetican????....Noooooo
Y entonces una super cliente mía se convirtió en mi mas grande promotora del negocio. Primero queriendo convencer a sus hermanos de que se quedarán con el, cosa que no funciono, pero que un día comentandolo con un amigo suyo se prendió la chispa. Eduardo, otro conocido nuestro del parque, estaba buscando un negocio en el cuál invertir sus ahorros. Empezo a frecuentar el negocio practicamente todos los días, hasta que un día me dijo que estaba interesado en el traspaso. Para ese momento yo tenía a otros dos interesados, todos ellos valían la pena cabe decirlo. Y un día, sin mas ni mas, Eduardo nos hizo una oferta. Una oferta que era justa, pero que además nos gustaba mucho que fuera el quién se quedará con este tan querido negocio.
Días después estabamos firmando el contrato de compra-venta y liquidandome el negocio. Yo todavía me quede con ellos alrededor de 15 días como coach, presentandolos con los clientes y enseñandoles los por menores.
No hay día que no le eche un suspiro a mi Estetican....
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