Hace 3 días, me empezo a pegar el jamaicon de pasar mi primer cumpleaños lejos de México, con todo lo que esto incluye. No recibir el beso y abrazo de mi hijo, mi madre, mis hermanos y sobrinos. No festejar, como siempre, al lado de nuestros grandes amigos. No ir a los sitios consentidos....
En cambio, como era de esperarse, si me apachurre un poco y se me salieron algunas lagrimillas.
Mi marido, que es un sol, me apapacho y empezo a festejarme desde las 10:00 de la noche del domingo 3 de mayo. Y se espero hasta las doce, para cantarme nuestra tradicional canción mexicana de cumpleaños.
Ayer, lunes 4 de mayo, me levante a las 6:45 como acostumbramos para bañarnos, desayunar juntos e irme a mis clases de sueco. Después de eso, Ernesto y yo tomaríamos el tren hacia Estocolmo, para mi última cita médica con el dermatólogo. Ahí, me dieron de alta de la Erisipela y me aseguraron que la infección ya cedio.
Regresamos a Södertälje, fuimos a hacer unas cosas que teníamos pendientes y luego nos iríamos a comer a "La Cantina" un restaurante italiano, en el cual se come de una manera maravillosa, además de ser un lugar muy bonito.
Cuando salí de mis clases, prendí mi cel. y empece a recibir los primeros mensajes por mi cumple. Llendo en el tren, mi cel. no deja de vibrar al recibir un mensaje tras de otro.
Uno no puede, mas que empezar a sonreír....
Yo trataba de ir contestando los mensajes, con la misma velocidad con la que me iban llegando, pero era un poquito imposible!!!
Llegando de comer, me sente frente a la computadora, para con calma contestarle a cada uno de mis amigos, que se había tomado el tiempo de escribirme. Algunos unas líneas, otros unas tarjetas, me hicieron 2 videos muy padres de JigJab, en total mas de 100 publicaciones en mi muro de Facebook. Algunos otros, me escribieron mensajes por inbox y mantuvimos conversaciones breves. Un amigo muy, muy querido desde que eramos muy, muy jovenes, me llamo por cel. desde México. Mis hermanos, me madaban imagenes y grabaciones con sus voces por Whatsapp. A mi madre, me la comunicaron mi hermana Elena, Israel, Danny y Diego por Facetime y hable por Skype con mis hermosos Rodrigo y Ursula, además de con mis tías Pili y Chelo.
En algunos momentos, me emocione tanto, que era imposible que no se me salieran las lágrimas...como cuando escuche la voz de mi hermano Juan Manuel en un mensaje de voz por Whatsapp.
Yo trato, siempre que hablo con mi madre y mi hijo, contenerme de llorar. No quiero que piensen que estoy mal, ni quiero porvocarles el llanto. Así, que como buena MEXICANA, me agarro bien los calzones y no chillo...por lo menos, no mientras hablamos.
Fueron tantas, tan inesperadas y tan maravillosas las muestras de cariño hacia mi persona, que me sentí como un pavoreal. Así como ellos, el orgullo y la majestuosidad, me brotaban por todos los poros de la piel.
Entre todos ellos, sobretodo mi adorado esposo, hicieron que mi primer cumpleaños como migrante, fuera tarea superada.
Mil gracias a todas y cada una de las personas, que me demostraron una vez mas, que tengo amigos estupendos y una familia maravillosa.
GRACIAS...GRACIAS....GRACIAS.
